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Eric N Alvarez © Naguabo. Agosto 2022. |
Interesante. Desolador. Esto de que estés allá afuera, por donde uno sabes que andas, a diferencia de otros tedios, sin tener que estar acompañada por tus compañeros ni por nadie, y mientras tanto, saberse uno incomunicado, esencial y relativamente incomunicado, saber que no puedo alcanzarte para restaurar el orden de las noches posibles, y saber además que, realmente, esto no viene a cuento, como ocurre con todas las tradiciones de febrero. ¿Qué puedo decir? Es descabellado, insensato tal vez, sentir que uno está, pero no está, a un mismo tiempo, en otro lugar, allí donde una espesa luz azul se manifiesta, en todo aquello de lo que, sin embargo, te alejas, como mariposas en la noche en ruta al horizonte. Uno intenta alcanzar tu cuerpo, tu espalda sin timonel y sin rumbo, y es el delirio, la ideación mágica e íntima de tratar de alcanzarte en todos los espacios posibles, en todos los lugares infinitos como una cortina de lluvia sobre islas desoladas, sobre el mar...
Eric Alvarez © 2021-02-26
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