Vértigo infinito desde tu boca y tu cuerpo
Gustav Moreau. Delilah. |
A Yrsa
pudo ser un sueño…
tus piernas temblaban
cambiaban incesantes de color
y eran canela y eran rosadas
al caminar los rosales
tu piel matizaba los arenales
y con tus juegos provocadores
sembrabas en un viejo velero
las quimeras de la carne
temblabas mujer como la tierra
en la cadencia lujuriosa
que honra las pasiones
húmedas del deseo
tus movimientos suaves
y continuos
invitaban a armar
la lujuria que la belleza
sabe alimentar
tus labios húmedos
deletreaban la incitación
a compartir lentamente
la intimidad que se desnudaba
en tu cuerpo inevitable
en tu cuerpo salado
en tu cuerpo mar…
entre la fantasía y tu cama
observé el cielo de tu espacio
inalcanzable como el horizonte
y los techos de aquellas ruinas
que salvaste de la muerte
con los sonidos de tu piel sonora
mediante el sexo voraz de tu vientre
como una fiera liberada y vengativa
calculé cuántos pecados mortales
nos quedaban aún por cometer
cuántos ahora mientras
estaba enredado en tus brazos
y tu pelo de hiedra abundante
cuántos durante nuestras vidas
transgresoras de las buenas costumbres
y los dogmas de las religiones…
el registro de mis recuerdos
fue grabando
tu aliento y el sabor de tu boca
las marcas en mi rostro
de tus manos silvestres
el arcoíris que alimentan
tus piernas verdes y rojas…
hoy apuro en mis sueños
y mis delirios
tus piernas temblando
tu humedad y tu sal
tu brazo de mar abierto
la pasión y la ternura
el deseo de acariciarte
y navegarte profunda
de exhalar contigo
orgasmos como universos
que se rehagan paralelos
al universo presente
y que de alguna manera sean
en el presente inmediato
y de alguna manera
también lo sean
en el futuro distante
nuestro íntimo espacio
desde el vértigo infinito
de tu boca y tu cuerpo
nuestro espacio íntimo
para los deseos esenciales
y nuestras transgresiones…Eric Alvarez © 2020-02-15
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