Tu vestido negro como el delirio



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tal vez fueron las revelaciones 
radicales de tu arrogante vestido negro
lo que me hizo distinguir aquella noche 
entre una multitud rancia
y anquilosada
tus ojos grises y tu pelo negro
que se entrelazaban con la fuerza 
siempre intimidante de tus pasos 
de tu mirada y de tus actos

aquella noche sin magias
sólo tú
con tu vestido provocador 
en sus vuelos 
incitador de los pecados esenciales
de la carne 

sólo tú y aquél vestido fulminante 
como una declaración de libertad personal
sin lunas ni estrellas

ya sabes Claudia que alucino con frecuencia
y que le confisco a la fantasía sus imágenes
y sabes que peor aún
tal vez aquella noche nunca existió

y que de haber existido
tú tal vez no hubieras sido tú
sino otra mujer
y que yo tal vez no hubiera sido yo
sino el individuo aquél que pasó
y decidió entrar al salón sin orquesta
sin ventanas y sin puertas

los giros de lo que pensamos es la realidad
son tan complejos
que quienes la vivimos no sabemos todavía
como manejarlos Claudia

tú y yo sabemos muy bien 
que aquél incidente y tu vestido negro 
y tus piernas largas y agresivas como redes
probablemente no fue ni siquiera un sueño
mucho menos una quimera
de esas en las que se enreda el amor

quizá qué sé yo
un celaje Claudia
un celaje de esos que se acerca 
y cruza frente a ti 
como una ráfaga en microsegundos 
arrastró mis pensamientos
a tu mundo posible

y a tu vestido negro Claudia
a ese particular vestido negro...


Eric Alvarez © 2020-02-28

(Publicado originalmente el 28 de febrero de 2020 en Espermas y Cebollas. Esta versión refleja algunos cambios. Espero sean del aprecio de las personas que lleguen hasta aquí.)

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