Sol urgente de agosto (o preámbulo para un ensayo propuesto sobre la indignación)
Fotografía Eric Alvarez © 2019; Miramar, San Juan, PR, 2019-08-03, 6:40 pm |
[Revisado 2019-08-04, 7:00 pm]
Ahora que el sol marca el camino y el futuro será grabado en piedras, haciéndose pedazos luego de una memoria histórica que siempre es precaria en la sociedad provinciana que ocupa esta isla de un Caribe insular y eterno, valdría la pena comenzar a dejar las cosas claras y en perspectiva, y de paso que derrotemos —a ver si te atreves—, la insensatez y la insolencia, la mezquindad y la ambición malsana, los ritos de sectas, las exclusiones, y la supresión del Otro —que somos cada uno de nosotros— por sus disidencias, la insolencia y la ignorancia, la mentira y la difamación, el libelo edulcorado y parapetado tras anónimos, para mal ejercer y abusar del derecho a hablar a través de mecanismos que deberían ser usados para comunicar o para informar, en su lugar —y con ánimo de rectificación cuando ello proceda—, eventos, hechos, u opiniones honestamente creídas o bien fundadas.
Sería valioso este ejercicio de civilidad aún cuando es evidente que muy pocos aceptarán la conversación propuesta, pues los primados en éstos ámbitos comunitarios y políticos ejercen y disfrutan privilegios respecto a estas cosas, imponiéndole su orden discursivo a los demás e intimidándoles.
Por ello, hago hoy estos trazos, gruesos para que se vean, brillantes y agudos a la vista, con la pretensión de que sean como los rayos del sol que, aún desdibujados por su halo, continuan su trayecto milenario.
Por ello, hago hoy estos trazos, gruesos para que se vean, brillantes y agudos a la vista, con la pretensión de que sean como los rayos del sol que, aún desdibujados por su halo, continuan su trayecto milenario.
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