Fenomenología básica y 10 pulgadas de lluvia

Fotografía por Eric Alvarez © 2019

…planteadas unas diez pulgadas de lluvia con ráfagas de vientos de ochenta millas por hora, y advertencias de marejadas y resacas, en el comportamiento y las fuerzas de un evento cuyos movimientos, ni las maneras específicas en que te podría afectar, te ha sido dado anticipar…

…y mientras esperas que se manifieste claramente, y se comunique a su modo con tus sentidos — “tal vez”, piensas en un race thought, “con sus labios húmedos y entreabiertos” —, desde sus coordenadas angulares, y sus giros en el tiempo, puedes quedar en el vértigo de la suspensión, agarrándote solamente de una columna de madera frente a un océano intimidante que tu mirada sabe segmentar, 

al mismo tiempo, tratarás de descodificar esa densa nube de preguntas en torno a esa realidad que, en todo rigor fenomenológico, concretamente “es”, (circunstancia que conoces y a pesar de ello continuas labrando los textos de tus delirios);

esto se unirá al cuestionamiento retórico sobre todo lo que el evento no puede ser y, por consiguiente, nunca será y, finalmente, a aquellas preguntas basadas en tus preferencias de lo que quisieras que fuera en el plano de lo objetivo concreto, o en el de lo subjetivo humano, un asunto que es, también lo sabes, paralizante, cuando menos…

mientras, diez pulgadas de lluvia, y ráfagas de viento de ochenta millas por hora, resacas y erosiones costeras, te recibirán un día cualquiera, en un momento cualquiera, pero esa realidad ya no será tu realidad;

y reincidirás...