Solidaridad ante la crisis social en Puerto Rico
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| Eric Alvarez © 2019-02-12, San Juan |
No hay Solidaridad cuando la noción de “prójimo” excluye todo aquél con quien no se ve un nexo común, es decir, cuando se excluye a todo aquél que represente lo distinto, lo diferente, lo diverso, la divergencia, lo contradictorio, es decir, al Otro.
No hay Solidaridad cuando los intereses económicos privan sobre el bienestar social y las instituciones fundamentales no sólo son manipuladas, sino deseosas de ser manipuladas, lo que se manifiesta en el atropello de derechos legítimos de aquellos en el lado de menor poder en las relaciones contractuales; en prácticas litigiosas abusivas "a plena luz" ante los tribunales, legisladores que no legislan, y la ausencia de evidencia concreta sobre el uso efectivo de los miles de billones de dólares que el gobierno federal ha transferido para la recuperación y los trabajos de reconstrucción de la infraestructura de la isla: en fin, un atropello contra la sociedad en su conjunto.
Por haber estado vinculado a la clase política de fines del siglo 20 puedo asegurar que aún desde las diferencias, y las excepciones de rigor, aquellas administraciones de los '80 y los '90 no hubiesen permitido los actos de los elementos que usan la humillación y la violencia como mecanismos no solo de intimidación, sino como mecanismos para llevar a que las instituciones administrativas y legales cedan a sus agendas como agentes de la lumpen-burguesía, y de la política partidista a cargo del aparato gubernamental.
Sólo cuando rompamos los cercos de la arrogancia de esta pretenciosa post-clase dominante, quienes tuercen a su antojo las instituciones, así como el de aquellos inspirados en el tribalismo contemporáneo, se alcanzará la aspiración de la cooperación sinceramente desprendida, sobre todo en un nuevo planeta en el que la sobrevivencia es un reto ineludible para todos.
Ese momento, debe ser, llegado el caso, y habida cuenta de la sociología, y de la metáfora de la solidaridad que propone la estética del amor, como un beso liberado en cualquier esquina, en cualquier escalera, o cualquier portal suburbano. Y que baste ese acto para derribar murallas, y cambiar los cauces de los ríos de la corrupción fatal.
Ese momento, debe ser, llegado el caso, y habida cuenta de la sociología, y de la metáfora de la solidaridad que propone la estética del amor, como un beso liberado en cualquier esquina, en cualquier escalera, o cualquier portal suburbano. Y que baste ese acto para derribar murallas, y cambiar los cauces de los ríos de la corrupción fatal.
Un beso de solidaridad. Como una trinitaria roja, trenzada y abierta…
Eric N Alvarez © 2024.03.24 (Imagen y texto)
[2020-04-30; 2020-05-01, San Juan]
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@Eric N Alvarez
@eralvz
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