El reto de la movilización inteligente frente a los manipuladores políticos


Las propuestas políticas para la isla no deberían basarse en las guías del populismo chavista, tan decadente y tan desprestigiado. Paradójicamente, los juegos, por algunos, a la polarización política, aceleran el proceso hacia el Estado federado.

Las "masas", por su parte, no son tontas, en su momento saben hacer ajustes en sus brújulas y en sus mapas.  Una cosa es manifestar las frustraciones e indignación, sobre todo, por el cúmulo de decepciones y el estancamiento político y económico en general, en el marco de un vacío de liderato, pero protegidos por la Constitución Federal y la del territorio, y otra muy distinta, renunciar a los privilegios y beneficios como ciudadanos americanos, y no exigir la ampliación de estos en el marco político.

Una cosa es el nacionalismo de la identidad cultural (lo llamé nacionalismo cultural en mi libro), ese que no desaparece por fiat de ningún cambio político, y que todos disfrutan desde Guánica a Piñones, y otra, la adopción del ensamblaje económico y político que la gente sabe es su mecanismo para el bienestar colectivo.

Por eso, quienes se estén amparando en los manuales del chavismo y manipulando los discursos del populismo nacionalista deberían pensar menos en sus ambiciones y más en el buen vivir de la sociedad en su conjunto. Como de hecho lo hizo Luis Muñoz Marín, a partir de las posibilidades impuestas por la realidad, un programa socialdemócrata alentado por los Estados Unidos y, partiendo de sus propias ideas,  la formulación de un discurso nacionalista no confrontacional, principalmente ideológico-cultural.

Por otro lado, las luchas internas del PNP por una nominación futura a la gobernación (si queda isla y sociedad para entonces), las manipulaciones en los medios informativos por el sector de la clase política que se agrupa en el PPD, el deleznable funcionamiento de la prensa como industria, y como discurso a través de sus reporteros, sesgados en su mayoría al neonacionalismo y la tergiversación de la información, dejan todos mucho que desear, pues sus estrechos intereses gremiales (la frase es de Marx y Engels) no responden a las inquietudes democráticas de los manifestantes en las actividades de protestas, mucho menos a los intereses de la sociedad en su conjunto.

El proceso que pueda producirse a partir de este momento, debe partir del apoyo a la institucionalidad democrática, al estado de Derecho, de la comprensión real de los Derechos Constitucionales y su alcance, así como de claros objetivos estretegicos, concientes de que en Puerto Rico se quebró el apoyo a la clase política, principalmente a una facción de ésta, pero la sociedad en su conjunto no ha manifestado rechazo alguno al sistema democrático en general, mucho menos se ha expresado democráticamente a favor de su "derrocamiento", o a la colocación en suspenso de las fases productivas y la reorganización económica de la isla.

Por lo pronto, baste lo dicho esta noche. Ya seguirémos conversando....

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