¿UN ESTADO HISPANO? SI

 


 (El ensayo a continuación consiste de extractos adicionales a los publicados en este espacio,  el 30 de octubre de 2020, de mi libro Puerto Rico: La Crisis Final del ELA, del año 2015. Como en la ocasión anterior intercalo en itálicas algunos comentarios para actualizar o colocar en contexto algunos de mis señalamientos. 

En los segmentos siguientes discuto la postura que rechaza la posibilidad de un estado hispano en los Estados Unidos, y relación entre la diversidad y la ciudadanía.

Paso a la presentación de los segmentos de mi libro Puerto Rico: La Crisis Final del ELA, referente a los temas indicados.)

UN ESTADO HISPANO

El momento demográfico y político de la diversidad, y la creciente influencia de las […] llamadas minorías de origen hispano en los Estados Unidos, tiene sin duda un peso vital en la discusión de la superación del estatus colonial de Puerto Rico, máxime cuando cerca de 5 millones  de puertorriqueños residen en los Estados Unidos, muchos de ellos tras haber escapado de las condiciones económicas y de vida en general en la isla. 

En el presente esa cifra se calcula en 7 millones como producto de la devastación de los huracanes Irma y María, la actividad sísmica en la isla, y la dificultades que plantea al desarrollo de la actividad gubernamental os procesos de reestructuración y pago de la deuda externa, generada por parte del sistema territorial y colonial del Estado Libre Asociado.

A propósito de la presencia hispana en los Estados Unidos resultan de gran interés las expresiones de Susan Minushkin, “Deputy Director” del Hispanic Center, en una conferencia de prensa el 21 de febrero de 2008, ofrecida en el centro de prensa internacional del Departamento de Estado, sobre la participación de los hispanos en las primarias demócratas en los Estados Unidos. En esa ocasión, Minushkin indicó: 

What are our new Hispanic states? Well, these states, from 1980 to 2005, had more than 200 percent growth in their Hispanic population, and they have Hispanic populations of over 200,000. We can see some of these states: Pennsylvania, Virginia, North Carolina, Georgia, Washington, Oregon, Nevada, Utah. These are states that have had a lot of immigration.

A base de datos de la oficina del Censo de los Estados Unidos al 1 de julio de 2013, se calcula que hay cerca de 54 millones de hispanos residiendo en el país, los cuales representan el 17% del total de la población, y la minoría étnica o racial de mayor número. Para el año 2060 se estima los hispanos alcanzarán la cifra de 128.8 millones, constituyendo aproximadamente el 31% de la población de los Estados Unidos. Entre los hispanos los puertorriqueños componen el 9.4%, siendo el segundo grupo étnico de mayor número tras los mexicanos que componen el 64%.

Los desarrollos demográficos y sociopolíticos de los propios Estados Unidos han ido socavando, en gran medida por hacerlo irrelevante a todos los efectos prácticos, el mito ancestral propulsado por los discursos nacionalista y neo nacionalista, conforme al cual es imposible que pueda existir un estado hispano. 

Pues bien. Vea usted que no solo un estado hispano, sino siete a la altura del año 2008 —como explica Susan Minushkin, “Deputy Director” del Pew Hispanic Center—, sin considerar los nuevos desarrollos demográficos de los estados de la Florida, New York y Texas, de carácter más reciente en cuanto a la presencia de puertorriqueños y otros hispanos. Y para completar, la historia ha devenido con no una, sino por lo menos 6 nacionalidades hispanas: mexicanos, puertorriqueños, salvadoreños, cubanos, dominicanos, guatemaltecos, y otras […] representadas en grado menor.

Evidentemente, en esta discusión no puede ser obviado el factor que representa la presidencia nacionalista de tendencia fascista de Donald Trump en los Estados Unidos, y el refrito del nacionalismo político en PR. 

Para comenzar invito a considerar las expresiones del filosofo Fernando Savater, en su ensayo Elegir la Política, sobre la ciudadanía como integración y superación  de las divergencias nacionales o, si se quiere, tribales. 

 “Si hoy debiésemos condensar en una sola palabra el proyecto político más digno de ser atendido, yo elegiría esta: ciudadanía. O sea, la forma de integración social participativa basada en compartir los mismos derechos y no en pertenecer a determinados grupos vinculados por lazos de sangre, de tradición cultural, de estatus económico o de jerarquía hereditaria. Desde luego en todas las democracias que conocemos, establecidas como estados de derecho, sigue contando mucho (demasiado, a veces) el elemento nacional, étnico, la carga previamente adquirida de lengua, religión, mitos o costumbres secularmente compartidos. Pero actualmente tales elementos provienen por lo general de pertenencias múltiples, entrecruzadas, porque estas sociedades son siempre mestizas (aun- que a veces hayan olvidado que lo son) y amalgaman bajo leyes comunes formas vernáculas de origen diverso.” 

(Fernando Savater, Elegir la política, Letras Libres, febrero 2002.) 

El factor de Trump y las facciones nacionalistas y racistas que se nuclean alrededor de su figura, ciertamente podría anunciar una crisis política de la democracia en la cual la consideración de la estadidad para Washington DC y Puerto Rico sea imposible.

Sostengo, sin embargo, que una nación que fue capaz de reconocer su diversidad en la elección de su primer presidente de la raza negra en la historia, y presentar una oposición a esta presidencia avasallante encabezada por elementos de las fuerzas militares, no debe producir sino una clara derrota electoral de Trump en las próximas elecciones.

Tal es mi percepción del proceso y la planteo sin temor a equivocarme y de ser necesario rectificar. Corresponde a cada cual adoptar la postura que entienda correcta.

Una amplia perspectiva sociopolítica, el desarrollo con más fortaleza del principio de la unión en la diversidad, y del concepto de “ser ciudadano” de un Estado, se va imponiendo en los Estados Unidos desde inicios del siglo 21. 

Innegablemente el fenómeno de Trump —ya lo he dicho—es un espacio temporal de retraso histórico de los Estados Unidos. Pero la historia es eso: avances y retrocesos. 

Como indiqué previamente mi percepción es que Trump será derrotado y que la Nación seguirá  avanzando hacia la necesaria e innegable diversidad. 

Es dando fin a la condición colonial, mediante la integración efectiva a la Federación de los Estados Unidos a través de un Estado-federado, que se podrán reenfocar las energías de todos los sectores, hoy divididos por la cuestión del estatus, para comenzar a andar, trabajar en la superación de la presente crisis, e iniciar la reconstrucción de la sociedad puertorriqueña. 

 


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