Proliferación de antenas, una lucha necesaria

Fotografía por Yrsa

Buen resumen del profesor Efrén Rivera en su artículo en El Nuevo Día del 16 de octubre de 2018 titulado La lucha contra la proliferación de antenas. Es positivo que, a la luz de lo señalado por el autor en su artículo, el grupo que lidera estos esfuerzos tiene un planteamiento coherente —no "anti-ellos, anti-todo"— ante un problema que no tiene otra salida que no sea el mecanismo de la legislación.

Asunto no tan sencillo porque probablemente este tema de las antenas sea objeto de "campo ocupado" por la legislación y reglamentos federales, lo cual hace muy difícil que desde la condición territorial se pueda instrumentar una base reglamentaria distinta. El término de "campo ocupado" se refiere a áreas que han sido objeto de legislación por el Congreso, determinándose que los estados y/o territorios no tendrán capacidad de actuar o legislar en aquellas.
 
Texas, por lo que vi recientemente en San Antonio, parece estar más protegido en un territorio vasto. Sin embargo, se puede suponer que su clase política ha tenido la voluntad de legislar desde su condición de Estado Federado o que, aún habiendo "campo ocupado", los mecanismos de presión, incluyendo la representación en el Congreso y la formalidad de la institucionalidad de la federación, han operado de manera coherente para detener la proliferación de las antenas.

No creo que sea mucho el tiempo adicional que haya que esperar para que se comprenda que las compensaciones económicas por el uso de propiedades para la instalación de estas antenas, son a la larga (pero no tan distante) de beneficio mucho menor para toda la ciudadanía, incluyendo las personas dueñas de los inmuebles utilizados, que los daños económicos, los gastos en servicios de salud y las angustias derivadas de enfrentar enfermedades de carácter degenerativo —según las refiere el autor del artículo citado— que causen estos sistemas.

Por supuesto, mientras tanto no viene mal ampliar la conversación... y la presión inteligente.