Comentarios necesarios en un noviembre mágico, tras cinco años y una nube arrancada al mar

Foto por Eric Alvarez © 2013. Todos los derechos reservados

Durante los últimos cuatro meses, más o menos, en los espacios de tiempo que quedan  disponibles tras atender las tareas ordinarias de todo ciudadano, e intentar revisar, una vez más, viejas lecturas que me parecen fundamentales, así como otras que han llegado a mis manos o a la pantalla de mi computadora, quise también considerar nuevos asuntos a ser tratados en el, desde ahora, "quantum de la cuneta", en lugar de "Quantum de la Cuneta".

De paso, evalué cómo, dentro de lo posible, hacer la estructura del blog más efectiva para comunicar mis inquietudes en diferentes áreas, incluyendo mis indignaciones y necesarios desahogos, y  sobre todo, cómo darle preeminencia a mis reflexiones —que siguen siendo líquidas— en forma de ensayos o artículos. Estos últimos, concluí, deben tener su espacio propio y no quedar ocultos entre ráfagas que emergen de las entrañas, de las vísceras. Por ello, he estructurado un blog alterno, una página del "quantum...",  Yo y mi boca..., cuyo contenido no necesita mayor explicación tras lo dicho hasta aquí.

Pero lo más importante de estos meses, de este silencio introspectivo, es que me han permitido mirar —he querido mirar— la profunda crisis de la sociedad puertorriqueña, así como la situación política en el vecindario más amplio, tratando de encontrar nuevas perspectivas de análisis. Ciertamente en el proceso me he reiterado en algunas premisas previas, y en la apuesta por una civilidad liberal, democrática y universalista que tanto, y de tantas maneras, he impulsado en mis escritos. 

De más esta decir que, como parte de todas mis reflexiones, concluí que aunque el "quantum..." es lo que ha sido, y también lo nuevo indispensable que será, las "páginas" que forman parte de esta "página" o espacio cibernético, construyen un conjunto en el que el proyecto originario es el eje fundamental. En esa líquida unión de partículas esenciales, de cualquier modo, no podían quedar fuera aquellos escritos que informan y orientan (Legal y al punto), ni las indignaciones, ni las entrañas que brotan, muchas veces sin pedir permiso, y otras, por pura necesidad de decir ( Yo y mi boca..., espermas y cebollas). 

Con estas líneas espero orientar a quienes lleguen aquí, al "quantum de la cuneta", y motivarlos lo suficiente para al menos ser "parte del aguacero". Después de todo, no puede ser otra la intención, la razón de ser de estos comentarios, habida cuenta de que noviembre es para quien escribe fuente fundamental de recuerdos; se cumplieron este mes —contra todo pronóstico— cinco años de existencia de esta publicación personal; todo ello unido a la dicha de haber podido admirar una nube colosal y mágica arrancada al mar, elementos sencillos y suficientes para literalmente sobrevivir. Para sobrevivir y continuar...  

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