Un Simple Blog (Comentario a Otra generación que Aguarda, publicado por Yoani Sánchez)

Otra generación que aguarda
(Foto de Yoani Sánchez, tomada de Voces Cubanas)

Llega la noche del sábado. El viernes en la noche trabajé en mi blog motivado por el esfuerzo de Voces Cubanas. Hubo fruición, entusiasmo, ya lo dije anoche. Hay también experiencias vividas en Cuba. Hermosas, frustrantes, aleccionadoras. Esto no lo había dicho antes... 

Lees Generación Y, esta vez con más calma. Lo haces, lo hago, a través de Facebook, red a través de la cuál Yoani sigue circulando en el vecindario grande de Internet. En ese momento descubres, descubro que la red no es sólo este vecindario, sino ese universo de ideas y deseos, de proyectos y sueños, de naves en búsqueda de puertos y ciudades, donde sean leídos, vistos, escuchados.

Lo descubres, lo descubro, no sólo por las reflexiones que provoca en mi el último post de Yoani, sino por los comentarios publicados por sus lectores, esta vez en Facebook. Diría Lenin —¿recuerdan?—, "ahí radica el quid de la cuestión", al menos de la cuestión de este post, esta noche.

Me parece que Yoani ha dicho, y si es así lo repito, que no estaba en su mente, al iniciar la publicación de su blog —un simple blog—, generar esa ola de apoyo a través de la red, ese oceánico respaldo "político", en el sentido más amplio de este término que tantas viejas llagas puede irritar en La Habana.

Acudo al "sentido más amplio" del término porque el fenómeno "yoaniblogueroscubanos" no refiere un accionar político organizado, ni "pelotones", ni partidos de clase, ni comandos guerilleros, ni todo lo demás. Como muy bien han advertido Miriam Celaya y Reinaldo Escobar, entre otros, se trata de un movimiento que trasciende las formas tradicionales de la expresión y que no se circunscriben a moldes, ni suscriben esquemas organizativos políticos preconcebidos.

Es, sin más, un ejercicio en libertad. Un ejercicio espontáneo de libertad. Un ejercicio llevado a cabo entre ciudadanos. Otro tipo de ciudadanos. Ciudadanos que cada vez más no estan definidos por las restricciones de etnias, fronteras geográficas ni requisitos nacionalistas. Como he comentado en otro sitio, los códigos comunes son otros. Si alguien tenía dudas, el siglo 21 llegó hace algún tiempo.

Es por eso que, aunque a veces no lo parezca, el movimiento está ahí, en la comarca, acechando con sus reclamos democráticos, pero no está en ningún lugar. Como sabemos, a los viejos guerilleros —hoy incompetentes funcionarios— les producen serias dolencias estas aplicaciones de su misma medicina, máxime en un territorio que no dominan, al menos no en todas sus posibilidades, más allá de los bloqueos externos e internos.

Ello explica, al menos en parte, esa gran ola, no prevista en un principio, y que ahora impone responsabilidades muy serias, pero muy concretas, al movimiento blogger cubano. La concreción de la tarea está dada por su esencia, el carácter específico de este movimiento. Como lo veo, se trata simplemente de la responsabilidad de estar, de ser, de decir y seguir diciendo, cada uno desde su trinchera, la página electrónica. De ser eso, "un simple blog".

No están solos los blogueros cubanos en su esfuerzo. Cuando Yoani, cuando los bloggers cubanos, escriben y publican, hay un mundo más allá del túnel de La Habana que ha estado aguardando por ese último post, y lee y escucha y comparte y divulga. Cuentan con la compañía de un mar de emisores-receptores-emisores que deliramos con ellos la aspiración humana de la libertad y los derechos democráticos, en el tiempo y espacio indefinible de la red, en la magia del blog. No están solos, no lo estarán.

Comparto finalmente, por hallarlo pertinente a todo esto, una nota que publiqué en Facebook, incitado a ello por las reflexiones y comentarios generados por el post de Yoani en Generación Y, los cuáles, a su vez, motivan este blog:

"Cuando Yoani escribe notas como la de esta madrugada, con toda esa tristeza derramada, siente uno cerca el aliento, su aliento, de indignación amarga; de rabia que sólo puede concretarse en un grito desesperado a través de estos vecindarios.

No son mero azar, ni meros zarpasos condescendientes, los hermosos comentarios que esta nota de Yoani ha provocado en Facebook. Hay en ellos el ánimo solidario, la sensación de conocerle de siempre, el deseo de gritar por ella lo que no se puede gritar en medio del Vedado, Regla, La Habana Vieja, o Alamar.

Escribamos, divulguemos, gritemos, a través de estas redes imparables, el esfuerzo de ella y los demás rebeldes del 'underground' cibernético. Tal vez de esta manera podamos, al menos, poner no uno, sino muchos granos de arena para que la libertad deje de ser para la juventud cubana sólo una esperanza por la que se aguarda, un sueño aplazado... Para siempre, aplazado.
"

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