Puerto Rico: Ni ley ni orden en las industrias de la construcción*
Fotografía Condominio La Torre, según publicada en los espacios en Facebook. |
La desesperación del gobierno territorial y los municipios por generar fondos, así como la presión de las relaciones muy estrechas de diferentes personas vinculadas a diferentes actividades de construcción con funcionarios gubernamentales, ha provocado —y a su vez promovido— un vacío reglamentario que no ayuda en nada a la convivencia civil, y mucho menos al establecimiento de bases efectivas para la atracción de capital de peso.
La consecuencia neta es un caudal de proyectos de diferentes niveles de complejidad, pero todos puestos en marcha sobre la base de actuar "a la torera". Es decir, pasar por alto todos los procesos de evaluación necesarios con la anuencia de las autoridades gubernamentales.
Ese camino no hace a Puerto Rico a ser más competitivo respecto a otras jurisdicciones de los Estados Unidos, ni tampoco desde la perspectiva de los mercados globales. En todo caso, desde cualquier punto de vista, la prevalencia de los intereses privados en lugar del balance de todos los intereses sociales, así como el desorden administrativo, al menos tan perjudicial como la excesiva burocracia, son banderas rojas al momento de decidir llevar a cabo inversiones de verdadero impacto positivo en la isla.
A la inestabilidad ya característica de la isla por su condición territorial, se añade la inestabilidad de carecer un régimen regulatorio claro, balanceado y que promueva la estabilidad social.
La administración territorial actual parece haber adoptado los estilos autocráticos y depredadores de las dictaduras latinoamericanas, con la diferencia de que las autoridades federales miran con mucha atención la situación en Puerto Rico, ello solo en parte por los miles de millones de dólares en fondos que han sido asignados a la reestructuración de la isla.
El tiempo permitirá conocer con mayor claridad estos aspectos en el curso de la crisis del territorio.
* Nota: Hago uso de la frase "las "industrias de la construcción" en el título porque las observaciones en este breve comentario no se limitan a las actividades de remodelación o reedificación de estructuras, sino al conjunto de actividades que conllevan incluso el desarrollo de nuevos proyectos.
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