Las rutas del gato


Nov. 22, 2022. Bahía, Paseo Princesa, SJ, PR © Eric N Alvarez


Aquí, escribiendo sin dirección, como río revuelto, y sin mucho sentido, siguiendo las rutas del gato, de mi callejero gato gris. Con frecuencia el hilo creativo surge del caos en este oficio que, unas veces más, y otras tal vez memos, solo tal vez, es subestimado y objeto de desdén, sobre todo si se manifiesta a través de la poesía.

Uno no sabe qué hará durante el día o mañana en la mañana. Si podrá hacer espacio entre la limpieza de las cajas de los gatitos, y esa pospuesta gestión en el Departamento de Hacienda, para escribir el comentario que no quiso salir ayer —el texto desapareció en un instante jungiano— sobre la Santa Alianza de las dictaduras de Eurasia y el lejano Oriente,  los resultados electorales en Europa, mejor quizá sobre el cambio climático evidente o, aún mejor, desviar mis sentidos a escribir el poema que les debo a ti y a tus ojos, esos que adoptó mi memoria como sextante en mi navegación a punto del naufragio.

Desde luego, ignoro lo que me deparan esta noche y los días por delante. Ante estas redes de la incertidumbre es esencial, y reconfortante como una meditación, escribir estos comentarios, textos sin ruta fija, durante cuya redacción he tenido muy presente los nombres más importantes en las últimas jornadas, las señas de quienes supieron sembrar un aliento y una esperanza desde sus jardines improbables y desprevenidos, y supieron estar presentes, a su modo, en el acto fundamental de existir. Ese pase de lista, esta reflexión sobre diferentes agentes de la solidaridad personal, forma parte del proceso de retomar las rutas del oficio y de la vida.

Llegado este momento no se puede dejar fuera la obsesión inherente del oficio de escribir, la intención febril de alcanzar la mente de algún lector, y conmoverle con banderas de ternuras, o informarle con datos claramente hilvanados y contundentes, o indignarle colocando a su alcance visible la carroña de las sociedades. El esfuerzo de escribir se alimenta de cierta obsesión de no callar frente a lo que indigna, ni ante las provocaciones de lo que uno desea llamar amor.

Tal vez, seguir alguna tarde la ruta sin rumbo fijo que va señalando este gato gris y callejero, al que adopto en mis visitas a la bahía de San Juan y su "paseo de la princesa", provea los motivos y las ideas para escribir ese "algo que valga la pena" que todos los que hemos asumido este oficio, de una manera u otra, perseguimos durante todas nuestras vidas.




Eric N Alvarez © 2023.03.19/20

Revisado: 2023.03.19, 4:00 pm; 2023.03.20, 2:11 am; 2023.09.05, 10:55 pm)


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