Obama en Puerto Rico: las frustraciones insulares y la importancia del voto hispano

Quienes han expresado su decepción debido a que esperaban que, tras su llegada a Puerto Rico, el presidente Barack Obama declarara su apoyo abierto a una de las alternativas de status, reflejan un total desconocimiento de la política y del propósito primordial de esta visita presidencial.

En ese contexto, resultan patéticas las declaraciones a los noticieros televisivos de algunos líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP) —entidad que promueve la plena integración jurídico-política de Puerto Rico a los Estados Unidos— en las que manifiestan su frustración por las expresiones de Obama a su llegada a la isla. En su frustración pasan por alto tres señalamientos esenciales del presidente Obama.

El primero de ellos, su respaldo a que Puerto Rico sea incluido en los programas federales dirigidos a resolver los presentes problemas económicos y sociales, tanto en la isla como en los Estados Unidos. El segundo, su manifestación de que respaldará y debe ser respetada cualquier determinación clara de los puertorriqueños sobre el status, y el reconocimiento con ello de la necesidad de atender este problema. El tercero, el tono inclusivo de Puerto Rico en su relación con los Estados Unidos, al final de su discurso, dirigido a resaltar la capacidad para superar los problemas económicos y sociales actuales.

Si bien tales manifestaciones no constituyen una declaración "expresa y contundente" a favor de ningún sector político, es mucho más que lo que podía esperarse de su visita, la cual, después de todo, no tenía el propósito de llevar a cabo un mitin partidista en algún barrio Jagüeyes del interior de la isla, sino un evento para levantar fondos para su campaña presidencial en el 2012, y proyectar ante los 4 millones de puertorriqueños que viven en los Estados Unidos su interés por los asuntos de Puerto Rico.


Es esto último tal vez lo más importante de su visita. Esto es, la composición del electorado en Estados Unidos obliga cada vez más a los candidatos a puestos electivos a tomar en consideración el voto hispano en general, y el voto de los puertorriqueños en particular. (Sobre estos temas, y la visita en general: "Obama aboga por realizar una consulta popular sobre el futuro de Puerto Rico", publicado en El Mundo.es)


En la medida en que ese proceso siga profundizándose, podrá hacerse mucho más dificil obviar y objetar el reconocimiento de los derechos democráticos de los ciudadanos norteamericanos de nacionalidad puertorriqueña que residen en Puerto Rico, lo cual a su vez le haría mucho más difícil a la clase política norteamericana rechazar la aceptación de la isla como uno más de sus estados federados.

Al menos, por esa razón, algunos líderes del PNP deberían reflexionar un poco más antes de hablar ante las cámaras de los noticieros televisivos, y lanzar sus frustraciones al viento. Los asuntos planteados por la visita de Obama a Puerto Rico son mucho más sencillos que las expectativas oraculares de algunos de los líderes políticos isleños; y a su vez, mucho más complejos cuando aquellos se observan desde el prisma de la creciente importancia del voto hispano en los procesos electorales de los Estados Unidos.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Gracias. No te olvido y continuo leyendote.
Jaime Benson ha dicho que…
Eric, saludos.Intente reaccionar a tu post hace unas semanas aparentemente sin éxito.Ojala tenga éxito en este nuevo intento Si pudiste leer mi última columna titulada "Asumido el reto descolonizador", en El Vocero, te percataras que coincidimos bastante en nuestro análisis de la visita de Obama.Por favor enviame tú e-mail, para mantener el contacto y consultarte unos asuntos.

Un abrazo,
Jaime Benson
Eric N Alvarez ha dicho que…
Saludos Jaime. Me comunicaré contigo a través del corrreo de Facebook, pues no tengo tu dirección de corre electrónico. Un abrazo.

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