Puerto Rico: La Búsqueda de la Verdad; Elefantes y Cazadores Extraviados...


Para cazar un elefante, me dice un querido amigo, la tradición africana aconseja que, al igual que el escorpión, hay que saber cómo, cuándo y dónde picar. Lo malo, pienso yo, es cuando el cazador no sabe donde están los elefantes, o espera aletargado por elefantes de blanco y rosado, o simplemente no sabe cuál de todas las bestias es específicamente su elefante. En resumen, cuando nuestro cazador está extraviado. (Excusen mis recuerdos de un cartoon de los Looney Tunes de Warner Brothers.)

Este viaje tipo National Geographic viene a punto a consecuencia de una interesante conversación la otra noche con otro amigo muy querido cuya identidad me veo obligado a reservar. Les aseguro que existe y que no es un escorpión. El asunto que motivó nuestra conversación fue la reacción de algunos sectores a los sucesos del 21 de agosto en la Avenida Universidad, y la actitud en general del país ante lo que mi amigo considera un gobierno cochambroso, contra el cuál los ciudadanos deben rebelarse. Me parece que su posición refleja la de otros muchas de mis amistades, dentro y fuera de estas redes.(Continua)

Por un lado, entiendo que para mi viejo cuate es inconcebible que los ciudadanos no se rebelen ante tanta inmundicia en el gobierno. Por el otro, sospecho que mi amigo esperaba, particularmente ante los sucesos de brutalidad policiaca del 21 de agosto, una respuesta de más contundencia por parte de la llamada “izquierda”, o tal vez una expresión mayor de solidaridad por parte de quienes militaron alguna vez en el independentismo, y están hoy ubicados en cómodas posiciones, o colocados en el rol de espectadores, como el resto de los ciudadanos de la Isla, y por el país en general.

Resalta mi carnal que “[n]o salimos" de la zona de comodidad y de limitarnos cínicamente a la conveniencia de las expresiones en Facebook y nada más. Su condena se dirige precisamente a esta actitud y al hecho de que “esa gente” está amedrentada y sumida en la estupidez. No pide revoluciones, afirma, “sino […] mensajes poderosos que comuniquen la verdad […] que transmitan la indignación.”

Las reclamaciones de mi amigo reflejan, a mi modo de ver, y sin pretender leer su mente, su frustración ante la desmovilización política de las autoproclamadas izquierdas, ante la paralización de los militantes del pasado, y la indiferencia general ante lo que son, al menos en su perspectiva, evidentes manifestaciones de incompetencia y mal gobierno de la administración del gobernador Luis Fortuño y sus cuerpos legislativos.

Pienso que las respuestas que reclama mi amigo a sus inquietudes, tanto a raíz de los sucesos del 21 de agosto, como sobre la respuesta de la ciudadanía a la situación general de la Isla, hay que buscarlas en los propios sectores que desean propulsar cambios en el país. Sobre todo, en el problema de la miseria en el análisis político e intelectual, al que ya me he referido desde la semana pasada. (Vea “Puerto Rico... Tribulaciones, Melones y Crápulas o el Juego de las Verdades Ocultas” del 19 de agosto, publicado en este blog.)

En primer lugar, pienso que cada cual debe evaluar cómo ha leído e interpretado, por ejemplo, los sucesos del 21 de agosto en particular, y mucho más importante aún, cómo lee e interpreta a Puerto Rico a la altura del 2009. En lo que a mi respecta, no creo que sirva de mucho echarle la culpa a la ciudadanía, o “las masas” si se quiere, por su presunta incapacidad de indignación.

Me parece que cada cual debe preguntarse, al menos por sólo un momento, si los sucesos del 21 de agosto han sido analizados correctamente en todas sus dimensiones. A manera de ejemplo, me parece, cuando menos cuestionable, que los actos de brutalidad policiaca de ese día puedan utilizarse como muestra de la existencia de un “estado policíaco”, o peor aún un “estado fascista” en Puerto Rico. (Igual de cuestionable me parece comparar la situación en Villas del Sol con Villa Sin Miedo, pero esa es otra discusión.)

La desproporción brutal en la conducta de los cuerpos policiales, de nivel estatal y municipal, no justifica la desproporción en nuestro juicio ni en nuestro análisis de los eventos. Si se quiere ver un “estado policíaco” en funciones hay buenos ejemplos, digamos Irán. Si se quiere ver de verdad una “plutocracia” en funciones, basta dirigirse a los gobiernos de los emiratos árabes.

Menos aún se ha impuesto o propuesto en la Isla la aplicación del “toque de queda”, o impedimento alguno al movimiento de los ciudadanos. Estos hechos, que pueden parecer legalismos abstractos para algunos, es un componente esencial al momento de clasificar los actos del gobierno, al menos desde la perspectiva de la defensa de los derechos individuales de los afectados el 21 de agosto. Es precisamente el hecho de que el estado de Derecho vigente no corresponde al de un estado de emergencia, lo que hace que las actuaciones policíacas puedan catalogarse de ilegales y de una violación a los derechos civiles o individuales.

Constituye una falta de perspectiva adecuada buscar y lanzar, tanto adjetivos como consignas, que encuadran muy bien, tal vez, en agendas ideológicas de confrontación con el capitalismo imperialista, ventiladas cómodamente en Facebook, o en una tertulia de café en la ciudad, pero que nada tienen que ver con la realidad y las necesidades de los ciudadanos de carne y hueso en su cotidianidad.

Mientras en Facebook se debate, amplia y extensamente, muchas veces a niveles de la náusea, el pueblo tiene que salir todos los días a enfrentarse con su realidad económica, con la falta de calidad de vida, con la criminalidad y con las consecuencias concretas de la condición colonial de la Isla.

Por otro lado, el consistente rechazo al gobierno de Fortuño, por parte de populares, melones e independentistas, ¿no será tan visceral e irracional como el de un Don Eleuterio independentista? (Me refiero al personaje del comediante boricua Sunshine Logroño que representa a un “pitiyanqui” fanático e irracional.) ¿No será esa irracionalidad un obstáculo para recibir el respaldo de la ciudadanía y que ésta se “rebele”?

Como he dicho antes, nadie está satisfecho con el rumbo que lleva la situación económica y social en la Isla. Nadie está satisfecho tampoco con la labor de una buena cantidad, sino la mayoría, de los legisladores de Puerta de Tierra. Pero la miseria de los análisis trae consigo la fijación de responsabilidades en los oponentes, en el Otro, sea éste quien sea, y no en los males de fondo que aquejan a 100 x 35, acompañado ello de una resistencia furibunda a reconocer los errores propios. Esto no lleva sino a la garata y la gritería de consignas, pero no a la movilización de la ciudadanía para el logro de objetivos concretos, que dicho sea de paso, nada tienen que ver con la toma de la Bastilla ni la creación de columnas guerrilleras en el Yunque y Maricao.

¿No será que el error está en lo que los melones, independentistas, y la “izquierda” en general le proponen a este pueblo? ¿No será que en pleno siglo 21 la ciudadanía identifica como descabelladas, las propuestas que estos sectores le presentan, basadas en las viejas teorías latinoamericanas de la dependencia? ¿No será que la ciudadanía está convencida que de los independentistas no puede esperar ningún compromiso con las instituciones democráticas esenciales? ¿Son conscientes estos sectores de las contradicciones e inconsistencias en sus propios discursos? ¿Es la rebelión que invocaba Betances el camino a seguir? ¿Rebelarse contra qué, y sobre todo, para qué?

Más aún, ¿no será que el capitalismo liberal, con sus grandes defectos, es lo mejor que la humanidad puede producir en esta etapa histórica (Revel)? ¿No será que la democracia es un principio rector que ha sido adoptado por la humanidad, con todas sus implicaciones en el aspecto económico? ¿No será que los puertorriqueños en general han llegado a sus propias conclusiones sobre estos asuntos, y de paso han dado con su elefante, mientras los sectores de “izquierda”, y los facsímiles razonables del Partido Popular Democrático, están extraviados en busca del suyo? ¿O es que la búsqueda de estos sectores se centra en alcanzar una dictadura caudillista, de manera gradual, vía la destrucción de las instituciones democráticas de la sociedad, a la Chávez?

Me parece que era Lenin el que decía, no sé si en el "Qué Hacer", que no se podía culpar a “las masas” por no seguir a la "vanguardia"; que era el liderato, la "vanguardia" la que tenía que examinar sus propios errores. Tomando todas las excepciones de rigor, tal vez en eso Lenin no se equivocó. Tal vez es hora de que quienes desean convocar a la ciudadanía a movilizarse contra el capital, lleven a cabo su “autocrítica” y ajusten sus miras de conformidad con los tiempos y las necesidades reales de la ciudadanía, en fin, del pueblo. Después de todo, de buscar lo mejor para la gente es que se trata eso que llamamos política.

De mi parte, el elefante que yo quisiera derribar es el de las mentiras acumuladas, el de la falta de honestidad intelectual (pecado que no adjudico a ningún sector con exclusividad, por considerarlo un mal "boricua", aunque reconozco agravantes en ciertos individuos), la falta de rigor en los análisis, y el temor a los cambios.

La búsqueda de la verdad es una tarea necesaria en Puerto Rico. Lo que nos debe llevar a ser conscientes de que cuando se busca la verdad, deben abrirse todas las puertas. Todas. En el proceso nada ni nadie está excluido. Ni siquiera cazadores de elefantes extraviados.

Notas:
1. La ilustración de Hugo Chávez y Osama bin Laden tomada de danielpipes.org
2. Las imágenes restantes de Google Images.

Comentarios

OzSo ha dicho que…
Constantemente me encuentro con el mismo pensamiento: tener una opinión 'propia' se encuentra entre las tareas más difíciles de la vida. Simplemente se nutre del resultado de otras 'habilidades' desarrolladas (o al menos en vías de)...

Desde mi punto de vista representa permitirse tener varios momentos introspectivos: Analizar (lo que se observa y escucha), ser menos ajenos a nuestra sociedad... pero, más que nada, vivir de acuerdo a ideales y valores, propios de una filosofía de vida cautelosamente formada (y digo cautelosamente porque, como dice Saramago: “si el hombre es formado por sus circunstancias entonces es necesario formar las circunstancias humanamente”), que permitan sostenerle a uno cuando tenga que salir a cazar... cuando sin verlo venir, se meta la pata pero se tenga la fortaleza de buscar un camino distinto.
Eric N Alvarez ha dicho que…
Mis saludos. Gracias por tus comentarios STNS... invitan a la buena reflexión...
Robert Catesby ha dicho que…
Excelente llamado a derribar el elefante. Me uno a eso.


Creo que hay que o mejorar la definicion de democracia o estimar mas concretament la capacidad democratica de los Puertorriqueños.

Puerto Rico es un pais sumamente anti-democratico, en un sentido profundo y radical: la democracia es vista como los viejos Leninista veian el Centralismo Democratico: se vota por los lideres, se queja uno de ellos, pero uno los tiene que seguir y sus caprichos, y cualquier respuesta fuera del esquema de control de "la ley y el orden" debe ser aplastado. Al mismo tiempo, existe una profunda corriente de rebeldia al control externo.

Como medio de anecdota, estaba yo hace como media decada en el Staples de Mayawest, sacando unos proofs en lo que era el unico printer de buena calidad en toda el Area Oeste, cuando llega una persona a quejarse de que no quieren aceptarle una oferta publicada en el "shopper" de Staples. Como estaba aburrido y medio enfogonao, le comento a la persona que estos de Staples son unos abusadores y que si no le daban la oferta que yo me ofrecia de testigo a cualquier denuncia. Ahi interviene otra persona y dice, con toda seriedad y molesto hacia mi: "No agites las cosas, que esto es una compañia americana, y ellos hacen lo que les de la gana". Mi carcajada no sirvio para remediar la situacion, si no lo contrario, pero al fin y al cabo terminaron dandole la oferta a la persona y a mi mis proofs, que habian dicho que no iban a estar. Yo de dije a el tipo "donde esta la compañia americana ahora?" y se quedo chupandose el limber.

El que no llora, no mama...
Robert Catesby ha dicho que…
Y el problema es que lejos de tener lo que contribuye a una verdadera democracia: lo que Voltaire resumiera como "odio lo que dices pero estoy dispuesto a morir por tu derecho a decirlo", nuestra sociedad reduce la democracia a un concurso de belleza, donde quien mas paga mas posibilidades tiene. Y ese cinismo es generalizado. Como los boletos a "fiestas" politicas que todos los profesionales tenemos que comprar si queremos guisar, o como los multiples rescates de terrono, la leyes no son mas que letra muerta ante las acciones colectivas.

Tambien creo que se simplifica la compleja historia de rebeldia en Puerto Rico (quizas un reflejo de una respuesta a mitificaciones y mistificaciones de los peseperos?) y esto los sectores mas consistentemente movilizados de la "izquierda" nativa lo reconocen: cosas como el origen revolucionario de la estadidad como movimiento politico, y del independentismo tranformado en reaccionario completeamente por Jose De Diego hasta que Albizu captura a el Partido Nacionalista.

Por ejemplo, nadie explica o habla del hecho de que el liderato de las uniones, cuyas eleciones estan sujetas al escrutionio del Estado, consistentemente elijen lideratos socialistas e independentistas, particularmente en periodos de confrontacion, pero estos mismo votantes recolectan dinero para los partidos que compiten el poder.

Al igual, la lectura bancaria y burocratizada de quienes usan, por ejemplo, a Lenin, para perpetuar su poder desde paradigmas de control insostenibles, es una lectura que debe pertencer al pasado.

Puerto Rico es, en esencia, un cuerpo politico colectivista (por alguna razon el imperialismo sindical quiere buitriarse los sindicatos locales), casiquista (Albizuismo, Rosellismo, Muñozismo, Hostosianismo, etc), que detesta la violencia estatal (se opone a la pena de muerte) y celebra la comunitaria/heroica (absuelve a Fliberto Ojeda de un delito cuyos hechos el admite en corte). Somos una nacion de muchachos de Cataño que no pueden contrabandiar, por que el gobierno tiene una lancha que juega con las olas del mar... esa no es una cultura democratica, es una cultura mafiosa.

Muy pocos reconocen esta realidad, y para mi, no hay progreso politico alguno posible en Puerto Rico hasta que se encuentre como lidiar con esto... solo nos caben los Eventos y La Resitencia, la marcha concreta y simbolica de la Historia...

No he dormido mucho, asi que si no hago sentido es eso, al igual que cualquier omision, errores ortograficos etc.

(despues te digo quien soy por faisbuk)

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